RUTA VESPREMEÑA POR "LAS HURDES"

A las 10,00 horas quedamos en encontrarnos en Villanueva de la Sierra, llegando primero el sector Béjar, luego el de Coria y un poco más tarde el de Zarza la Mayor y tras los saludos de rigor, emprendimos la marcha.














Llegados a Las Mestas, donde Amparo soltó el coche de las viandas, se subió a la vespa con su consorte “El Fary” e
iniciamos la subida por Las Batuecas, con unos rampones de aupa y curva tras curva, hasta llegar al Alto del Portillo.



Tras un descansito, descendimos hasta la bonita localidad de La Alberca, donde estacionamos nuestras vespitas, entre varias imponentes BMVs y otras de reconocidas marcas, y como siempre la curiosidad y las fotos se fueron para las nuestras.










Tras las fotografías de rigor y un paseo por la calle principal, estuvimos comiendo en El Balcón, lugar el que tienen la norma de que nadie sale de allí con hambre.



Aqui Rubén disertando sobre retenes, rodamientos, cigueñales,etc.,

Para hacer la digestión, tomamos la carretera de la Peña de Francia con amenaza de lluvia y un viento bastante molesto.





Cuando llegamos al Paso de los Lobos, (1500 metros de altitud) tuvimos que esperar a Rubén y Carlos que se destacaron en la subida y se colaron hasta La Peña.
En el alto hacía un frío del ca…….. porque los grajos volaban muy bajos. Creo que la fotografía del grupo dice mucho de la temperatura.

Con el rescate de los perdidos, iniciamos la bajada a Monsagro con la intención de tomar café, lo que no conseguimos pues se nos fue echando la noche encima y con las luces de nuestras maquinas………., nos dio miedo entretenernos más ya que aún nos quedaba bastante hasta Las Mestas.





Tras cruzar aldeas prácticamente fantasmas pues ni nombre tenían, (o no los vimos) llegamos a nuestro refugio donde nos esperaba nuestro posadero, para indicarnos donde guardar las vespitas y enseñarnos las cabañas, que ya tenían las chimeneas encendidas y calentitas.




Después de acomodarnos, preparamos a guisa de cena, una parrillada con costillas, chorizos y panceta, regados con cervecita, para reunirnos más tarde en la cabaña de Juan Navarro a tomar unas copas, charlar y contar historietas. Como niños buenos que somos a las 2,15 más o menos, cada mochuelo a su olivo.


Por la mañana a alguien se le ocurrió silbar una diana floreada, que repitió cuantas veces le vino en gana hasta despertar a la plebe.

Tras la puesta a punto matutina y la foto del grupo junto a las cabañas, iniciamos la marcha hasta Vegas de Coria, para llenar el deposito de las maquinas y los estómagos de los maquinistas y ayudantes, con un buen desayuno.







Ya camino de Villanueva de la Sierra, nos pillo un poco de lluvia calabobos que no nos dió mayor problema.

En Villanueva fue la despedida y cada uno para su sitio, Cáceres, Coria, Zarza la Mayor y Béjar. Amigos. ¡Hasta la próxima! ¿Alcollarín?


Ésta salida fue posible gracias a la inestimable colaboración de:

Fary y Amparo en el apartado de intendencia.

Fary y Bultodelfondo en el de alojamiento.



RUTA SIERRA DE GATA

¡Hola Vespremeños! Voy a incluir en el Blog las dos últimas salidas, que como siempre disfrutamos de buenos amigos, carreteras excelentes para rutear con nuestras vespas y ocasiones para la charla y como no, practicar el buen comer.

Empezaré por la “Salida a la Sierra de Gata”, diseñada por Rugonto, con la colaboración de Bultodelfondo. Al resto de asistentes, los veréis en las fotografías.

A las 9,30 empezó la llegada de parte del grupo, unos en vespa otros con ellas en los remolques y otros que no llegaban ni de una forma ni de otra. Tras un tiempo de espera y después de repostar decidimos ponernos en marcha ya que en esta época la luz se va pronto.


Primera parada en el Pantano de Borbollón, para seguir por una enorme subida hasta Santibáñez el Alto, donde se nos unieron Javi, Toya, Pery y Milagros.






Tras la visita, incluyendo por sorpresa el cementerio que se encuentra en el interior del castillo, partimos en dirección a Gata, donde tomamos unas cervecitas y un aperitivo aportación del amigo Fary.







Repuestas las fuerzas nos encaminamos a Villamiel, para hacer un alto en las proximidades del castillo de Trevejo, donde se nos unieron Antonioalía y Pilar.










Posteriormente salimos en dirección a San Martín de Trevejo, donde teníamos reservada mesa para comer en "Os Arcus" que por cierto recomiendo por la amabilidad de su personal, calidad y abundancia de sus platos, un sobresaliente para Ruben por su gestión.




Como colofón acabamos tomando café en un precioso hotel rural,(A Velha Fabrica) antigua fábrica de mantas que aún conserva parte de la maquinaria.


Tras el café la fotografía de grupo, y vuelta a Moraleja para la despedida.